“Fui sincero con la cámara”: “Chino”

El cantante del dúo Chino y Nacho debutó en la gran pantalla interpretando a Felipe Pirela en ‘El malquerido’, filme biográfico sobre la vida de ‘El Bolerista de América’, dirigido por Diego Rísquez.

¿Qué tanta distancia hay de la música urbana al bolero?… ¿y de allí al cine? Para Jesús Miranda, “Chino”, está a la vuelta de la esquina. El cantante del dúo ‘Chino y Nacho’ obedeció a su deseo de superarse y acogió el llamado del realizador Diego Rísquez para interpretar a “El Bolerista de América”, Felipe Pirela, en la gran pantalla con “El malquerido”, película biográfica sobre el ídolo musical zuliano.

El largometraje se estrenó en las salas de cine del país el 18 de diciembre y atrajo más de 38 mil espectadores en su primera semana de proyección, ante la expectativa de su personaje principal, que sin duda guiará la atención del público juvenil hacia el melancólico recuerdo de la generación del bolero, que a través de orquestas como la Billo’s Caracas Boys enalteció a grandes figuras, entre ellas la de Pirela, quien llevó una tormentosa vida cargada de vicios, amores y desamores que lo condujeron a un trágico final.

“Chino” ofreció detalles de su debut en el séptimo arte en la première de ‘El malquerido’, primer reto actoral que afronta en su carrera, y contó que se prepara física y mentalmente para lo que sería su segundo protagónico en 2016, otra obra biográfica de ficción sobre el cacique Guaicaipuro que dirigirá también Rísquez.

-¿Lo agobió la presión de interpretar a un ídolo de la canción como ‘El Bolerista de América’?

Es una responsabilidad grandísima. Pirela le brindó cosas maravillosas a nuestro país y murió injustamente a los 31 años. Esta historia había que desempolvarla para los jóvenes y para todos aquellos que se habían olvidado del bolero. El drama y el amor se combinan para dejar cosas maravillosas en el filme.

-¿Cuál diría que es su toque particular como intérprete en esta primera experiencia actoral?

Greisy Mena me envió un mensaje en el preestreno en Maracaibo, al que no pude asistir. Esa fue la primera proyección al público. Ella me dijo: ‘te felicito por lo sincero que fuiste’. Pienso que eso es lo que puedo decir, fui sincero con la cámara, con mi trabajo. No quise estar imitando a nadie, sino que llevé a cabo un personaje con el que obviamente tuve que tener otra compostura, otro acento, hacer distintas cosas de las que hago normalmente, pero fue un trabajo en el cual no estuve con ningún tipo de dificultad a la hora de realizarlo. Lo hice con corazón y eso se verá en la pantalla.

-Usted es una figura de la música ‘urbana’, ¿cómo se sintió cantando boleros?

Representó un reto para mí, no personalmente, sino para el público que me va a escuchar, porque yo realmente canto boleros en mi casa todo el tiempo. No recuerdo un día de mi infancia que mi madre no colocara en el equipo de sonido a Tito Rodríguez, Cheo Feliciano, José Luis Rodríguez. Entonces estoy muy ligado a este tipo de música y espero que les guste el material que estaremos presentando.

-¿Cómo se relacionó con Lennys Pirela, la hija de Felipe?

Fue maravillosa. Solo con su presencia me brindó magia, luz y apoyo. Para ella todo mi cariño, amor y agradecimiento. Gracias a sus consejos pude tener una perspectiva más clara sobre quién era Felipe y estoy muy feliz por haberla conocido.

-¿Qué le deja personalmente esta experiencia?

Muchísimo aprendizaje maravilloso, tanto profesional como personal. De ahora en adelante tengo hermanos: Sócrates (Serrano), Sheila Monterola quien es una madre, Natalia Román. Todos. Ese es el mayor aprendizaje que puedo tener, el esfuerzo, la planificación y la familia.

-¿Quién es Felipe Pirela para usted?

Felipe Pirela vendió más de un millón de discos. Hizo cosas maravillosas para la época. No había ni internet, ni redes sociales, ni el auge de la televisión. Tenemos como responsabilidad brindarle a la nación la música de un grande, el romanticismo de la época dorada de nuestra música. El bolero es increíble, lleno de letras hermosas, poesía. A los jóvenes que escuchan reggaetón hoy en día, hay que decirles que más allá de un beat, hay música compleja que llega al corazón y nos podemos enamorar con ella.

-¿Qué le espera próximamente al dúo Chino y Nacho?

Lo que va a pasar con ‘Chino y Nacho’ es que tendremos un 2016 maravilloso, vamos a lanzar un nuevo disco. En enero estrenaremos un sencillo que grabamos a dúo con Daddy Yankee. Acabamos de firmar un contrato de manejo de artistas con Marc Anthony. Esperemos que de allí salgan cosas importantes.

-¿Le fue muy difícil afrontar el reto físico para interpretar a Felipe Pirela?

Los retos personales se quedan pequeños. Lo importante acá era llevar al cine un personaje muy importante de Venezuela. La parte de aumentar 12 kilos que tuve que atravesar pasa a segundo plano. Comí pizza, helado, hamburguesa y demás. La preparación es muy importante en cualquier proyecto. No hubo una escena de la película que no preparáramos, pues para mí era importante llegar al set consciente de cada movimiento.

-¿Cómo le fue al trabajar con Diego Rísquez?

Hay que celebrar esta película, el trabajo de más de 100 personas que se esforzaron. Compartí con personas muy especiales en el elenco. Trabajar con Diego Rísquez es maravilloso, porque aprendes no solo profesional, sino personalmente. Me dio consejos muy acertados y la oportunidad de agregar cosas a la historia. Es una persona bastante abierta al tacto de los artistas. Trabajaría mil veces más con él.

-Usted protagonizará su filme sobre el cacique Guaicaipuro, ¿cómo se prepara?

Creo que para mitad o final del 2016 comenzamos el proceso de preproducción de la película sobre Guaicaipuro. Viene otro cambio físico y reto personal.

-¿De qué manera describe su primera experiencia como actor?

No me siento actor aún. Todavía estoy en formación, me falta por estudiar. Es muy bonito tener una oportunidad como esta, de hacer un sueño realidad. Me siento increíblemente bien por todo lo que hicimos para lograr este filme, pese a los recursos y a la situación del país. Es un proyecto muy lindo que a la gente seguro le encantará.

Texto: Ernest Stuyvesant