”Liz en septiembre” enfrenta prejuicios en la gran pantalla

La cinta dirigida por Fina Torres está inspirada en la obra de teatro estadounidense “Last Summer at Bluefish Cover”

Liz en septiembrePara la cineasta venezolana Fina Torres, siempre será el momento ideal para abordar temas “espinosos” o incómodos dentro de la industria cinematográfica local. En su trabajo más reciente, titulado “Liz en septiembre”, pone en el tapete la capacidad de decisión del ser humano a la hora de escoger, por ejemplo, a quién amar -más allá del género, raza o clase social- cómo vivir e incluso cuando morir.

“Cuestionar los códigos impuestos por la sociedad causa todo tipo de reacción, que puede ser angustia, rechazo, o diversos cuestionamientos, pero al menos es una ventana que se abre para que la gente reflexione sobre ello y tome su propia decisión. Lo interesante es mostrar el otro lado de la moneda”, asegura la ganadora del la Cámara de Oro del Festival de Cannes en 1985 por su ópera prima “Oriana”.

“Liz en septiembre”, inspirada en la obra de teatro estadounidense “Last Summer at Bluefish Cover” de Jane Chambers, presenta la historia de siete amigas que se reúnen todos los años en una playa paradisíaca para celebrar el cumpleaños de Liz, personaje interpretado por la actriz de origen wayúu Patricia Velásquez. Aunque el tema principal de la obra se enfoca en la declaración abierta de la homosexualidad de este grupo de mujeres, la cineasta prefirió hablar sobre la eutanasia, así como indagar en la trascendencia del hombre y la mujer desde el momento en que deja de existir en el plano terrenal.

“La obra de teatro es muy ochentosa y el problema grave para esa época era salir de closet, hecho que ahora es casi banal (fue la primera en abordar las relaciones lésbicas en Broadway). Lo interesante ahora son los problemas que confronta la gente gay con respecto a la familia, si aprueban el matrimonio en su país, el derecho a adoptar y los problemas que enfrenta cualquier persona como la enfermedad y la pérdida de un ser querido”, explica la directora de “Habana Eva” (2010), “Woman o top” (2000) y “Mecánicas celestes” (1995).

Velásquez, reconocida actriz criolla por su trabajo internacional y labor filantrópica, interpreta a una mujer llena de rabia por las circunstancias que la aquejan cuando apenas cumple 40 años de edad. Luego, con la llegada de Eva, cuyo papel es interpretado por Eloísa Maturén, quien antes de incursionar la actuación se habría desempeñado en el área del ballet, hace que la personalidad de la protagonista se “humanice”.

“La llegada de Eva sirve de catalizador, sus dos penas se conectan, y hacen que Liz se transforme y encuentre paz y serenidad”. El resto del elenco está integrado por Elba Escobar (Margot), Mimí Lazo (Dolores), Arlette Torres (Any), Danay García (Coqui) y María Luisa Flores (Alex).

Torres había pensado en llevar la pieza teatral al cine hace una década, pero el proyecto no se concretó. Luego, gracias a la invitación que le propuso Velásquez para asistir a una clase magistral en Los Ángeles con la coach de actuación Ivana Chubbuck, donde la venezolana hizo un ejercicio con fragmentos de la obra original, se motivó a hacer definitivamente una versión libre y criolla de la pieza teatral.

El paisaje es un personaje más de la cinta. La geografía costera y la luz juegan un rol destacado que va al unísono con los los acontecimientos y los sentimientos plasmados por cada uno de los personajes, que van desde la alegría, hasta la profunda tristeza. Las playas del Parque Nacional Morrocoy, en el estado Falcón, y Todasana, en el estado Vargas, fueron los escenarios seleccionados para llevar a cabo el rodaje del filme durante, al menos, ocho semanas.

El objetivo de Torres es que el público venezolano se “divierta y conmueva”, sin dejar de generar una discusión sobre un mundo que para muchos es desconocido. “Es importante que reflexionemos sobre el derecho que tienen las personas de escoger a quién amar, de vivir la vida que deseen y, en casos extremos, de morir”. “Liz en septiembre” fue estrenada el pasado 3 de octubre en las salas comerciales del país, convocando a la fecha a más de 51 mil espectadores.

Carrera aleccionadora

A pesar de los 30 años de trabajo en la industria cinematográfica, y varios reconocimientos internacionales que validan la calidad de sus propuestas, Fina Torres considera que aún tiene mucho por aprender. Su última película no fue la excepción, siendo una especie de escuela de vida: “Aprendí desde la etapa de escritura del guión, en el rodaje, también aprendí de las relaciones humanas. Fue un trabajo profundo y doloroso, pero digamos que todo se vuelve una experiencia… todo lo que es dolor y tormento finalmente se vuelve una experiencia bella y válida”.​