Margarita Cadenas: “Existe un repunte impresionante en el cine venezolano”

Margarita CadenasActualmente Margarita Cadenas, reside entre Francia y Venezuela. Este motivo no fue impedimento para que esta venezolana realizara su largometraje Cenizas Eternas, a estrenarse este mes de diciembre de 2011.

La productora, guionista y directora Margarita Cadenas, se ha destacado por su carrera profesional principalmente en la nación francesa. Fue asistente de directores de largometrajes en la Sociedad Francesa de Producción trabajando con importantes realizadores como Claude de Givray, Gabriel Axel, Philippe Monnier, Michel Boisrond y Jean- Jacques Goron.

Ha dedicado gran parte de su carrera cinematográfica a la realización de documentales basados en las etnias indígenas, trabajo que se ve reflejado en películas como: Más allá de las Apariencias, Represa del Orinoco, El gusto de la vida, Chuao, Macondo, entre muchas otras.

Cenizas Eternas, último largometraje de Cadenas, cuenta con el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), y con la participación de actores venezolanos, como es el caso de Patricia Velásquez, y la actriz internacional Danay García, ambas protagonistas de este largometraje. Una historia que relata el amor entre una madre y una hija dejando una gran reflexión al público.

Margarita Cadenas ahora regresa con este nueva película que se estrena en el 9 de diciembre:

-¿Cuál es el concepto de este largometraje Cenizas Eternas?

Cenizas Eternas es un proyecto que tenía en mente desde hace muchísimos años, casi podría decirse que desde hace una década. Es una historia que desarrollé y tuve que hacer mucho trabajo de investigación, como lo hice en el documental Más allá de las apariencias en el año 2006, historia sobre un antropólogo llamado Jack Lizotque vivió durante 24 años con los Yanomami, fuente de inspiración del filme. Ahí mezclo la civilización occidental con la civilización primitiva.

¿Por qué su inclinación para realizar cortometrajes y largometrajes sobre los indígenas?

– Estando en Francia, una televisora llamada TF1 Telefilms, que por cierto es una de las más grandes franquicias de televisión en Europa, me pidió que escribiera una historia de amor. Además, me comentaron que como era venezolana no era mala idea filmarla y producirla en Venezuela. Entonces, narré la historia de una ingeniera francesa que llega a Venezuela a trabajar en la construcción de una represa sobre el río Orinoco y llevó como título Represas del Orinoco en el año 1996. Regreso a mi país a los 21 años, y empiezo a interesarme seriamente en la vida de los indígenas, y filmamos en el Amazonas. Debo confesar que para la época desconocía la cantidad de etnias existentes en nuestro país.